"Camila O Gorman vivía en lo que es la esquina de Corrientes y Cerrito, frente al Obelisco. Próxima a la iglesia de San Nicolás, donde era párroco su hermano Eduardo. Sin embargo, ella prefería ir a misa a la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Suipacha y Juncal, Retiro. ¿Por qué?", se pregunta Diego Zigiotto, guía turístico de la ciudad y autor de Las mil y una curiosidades de Buenos Aires .
"En realidad, Camila iba para encontrarse con el sacerdote tucumano Uladislao Gutiérrez. La pareja tuvo, como sabemos, un final trágico: el 18 de agosto de 1848 fueron fusilados por orden de Juan Manuel de Rosas, en Santos Lugares. Y, ya que mencionamos la iglesia de San Nicolás, allí estuvieron enterrados los restos del presbítero Manuel Alberti, vocal de la Primera Junta y el primero de sus miembros en morir, en febrero de 1811. Pero el templo fue derruido cuando se hizo el ensanche de la avenida Corrientes."
-¿Dónde están ahora?
-No sé, y no creo que alguien lo sepa con certeza. Le cuento una historia: hace un tiempo traté de ubicar en la Recoleta las tumbas de los protagonistas de la historia argentina. Pero cuando quise averiguar dónde estaba enterrado Manuel Alberti me explicaron que no podía estar en la Recoleta, porque el presbítero había muerto en 1811 y el cementerio se había inaugurado en 1822. Seguí investigando y averigüé que sus restos habían sido enterrados en San Nicolás, pero que se habían perdido cuando se demolió el templo para hacer el ensanche de la avenida Corrientes, entre 1931 y 1936. Es más, sobre el emplazamiento de la iglesia se construyó el Obelisco, que se hizo en tiempo récord, las obras comenzaron el 20 de marzo de 1936 y concluyeron dos meses más tarde, el 23 de mayo del mismo año. Pensé con un poco de ironía que si los restos de Manuel Alberti seguían por allí tendrían una lápida realmente monumental: el Obelisco de Buenos
Aires.
-¿Cuál es para usted la mayor curiosidad de Buenos Aires?
-Los lagos de Palermo, creados por el arquitecto paisajista Carlos Thays. Cada vez que crecía el río o había sudestada se inundaba el parque Tres de Febrero y el agua cubría las vías del ferrocarril y no podían circular los trenes. ¡Hay que hacer algo con el parque! , le urgieron a Thays, que era director de Paseos. Thays, entonces, ideó la construcción de los terraplenes para elevar las vías. ¿De donde sacó la tierra? Del parque, naturalmente, en los sitios donde se excavó quedaron pozos que dieron lugar al nacimiento de los lagos. ¡Thays mató dos pájaros de un tiro!
-¿Qué otra?
-Las calles de Buenos Aires. Me preocupé de contarlas porque descubrí que no había acuerdo con la cantidad. Hay 2159, entre calles, avenidas, pasajes y cortadas. De ellas, 338 tienen nombre de militares, 122 de juristas y 83 de políticos. Hay tres presidentes que no tienen calle, son Nicolás Avellaneda, Miguel Juárez Celman y Agustín P. Justo. La calle Avellaneda, del barrio de Caballito, corresponde a Marco Avellaneda, padre de Nicolás. Juan Manuel de Rosas, un personaje controvertido, tampoco tiene calle, pero sí un proyecto: llevará su nombre una autopista que unirá la autopista Humberto Illia con la Buenos Aires-Rosario. Pero no se puede saber cuándo quedará habilitada. Por el momento se reduce a complicadas discusiones sobre si pasará por arriba o por abajo. En cambio, su mujer, Encarnación Ezcurra, mucho menos relevante, tiene su calle en Puerto Madero. Hay creencias curiosas, por ejemplo, que la calle Arroyo debe su nombre a su forma sinuosa, como si fuera un arroyo. En realidad, es un homenaje a Manuel Arroyo, dueño de esas tierras. ¿Sabe cuántos barrios hay en Buenos Aires?
-¿Cuántos?
-Son 48. Se preguntará qué hay de cierto en aquello de los 100 barrios porteños... Nada, sólo la letra de una canción que entonaba el mítico Alberto Castillo. Hay barrios fantasma, que han proliferado en los últimos años, como Palermo Hollywood o Palermo SoHo. Por otra parte, no hay un barrio de Congreso,tampoco uno del Once, y mucho menos de Las Cañitas. Además, mi profesión de guía temático me pone en contacto con problemas de otro tipo.
-¿Por ejemplo?
-Que Buenos Aires fue maltratada. Alegremente, e invocando un muy discutible espíritu de progreso, se destruyeron edificios cargados de historia. En los últimos años tomamos conciencia del error y tratamos de repararlo, pero en muchos casos ya es tarde. Cuando llega un turista y pregunta dónde está la zona colonial de la ciudad, no sabemos qué responderle. Para eso no lo podemos llevar a San Telmo, porque San Telmo es un barrio muy producido, que tiene mucho de escenografía y eso no es el Buenos Aires colonial.
Luis Aubele
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